Lyn Slater llegó al modelaje por accidente hace cuatro años, pero su edad no la define como persona ni es una variable en su vida
A sus 60 años, la profesora universitaria y trabajadora social Lyn Slater se convirtió en un ícono de la moda, cuando unos fotógrafos internacionales que cubrían la Semana de La Moda creyeron que era una fashionista mientras caminaba por las calles de Nueva York. Slater abrazó esta grata confusión, adoptó el nombre “Accidental Icon” y se convirtió en bloguera y modelo.
Cuenta que siempre ha tenido conciencia sobre la moda y su rol como una forma de expresión personal. “Cuando nos vestimos expresamos quienes somos. A mis estudiantes trato de enseñarles el poder que tiene la ropa que usamos. Nos juzgan por nuestra apariencia”, expresa.
Para la modelo, las marcas son una herramienta. “Si una marca en particular te ayuda a expresar una historia úsala”. En este sentido relata que, antes de hacer su escogido, siempre mira la propuesta de los diseñadores. Recuerda que se enamoró de la primera colección del diseñador Alessandro Michele para Gucci porque revivía el look de una niña de escuela geek. La sexagenaria expresa su preferencia por los diseñadores jóvenes emergentes, porque son innovadores, creativos y arriesgados.
Durante sus 45 años como trabajadora social, la profesora ha estado en contacto con personas que enfrentan retos formidables y que los han sobrevivido gracias a su resistencia y pragmatismo. Por esto dice que no tiene paciencia para las quejas y se describe como una “mujer en movimiento, siempre caminando hacia adelante”. Para ella, los lamentos no aportan nada a la vida de una persona ya que el pasado no se puede cambiar; solo se tiene control sobre el futuro. Así pues, si tienes un problema hay que resolverlo, señala.
Fuentes: El Nuevo Día
Mari Carmen Schell
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