¿Qué sientes cuando haces algo que no quieres, pero lo haces para no tener conflicto con tus amigos o amigas?
Cuando tenemos a una, dos, tres, o más personas respirándonos en el cuello y mirando sobre nuestros hombros, nos dejamos presionar guiados por momentos de confusión. Siempre hay una partecita de nosotros que se pregunta si debemos o no actuar y como podemos hacer frente a nuestra decisión.
‘’O estás con nosotros, o estás contra nosotros’’, ¿te suena conocido? No te preocupes, todos hemos sentido esa presión. Es algo natural del ser humano ceder ante la presión porque sentirse parte de un grupo es como si fuese una necesidad básica, de nuestro diario vivir.
La presión se puede enfrentar. Aclara tus ideas sobre lo que te gusta y lo que no, y eso ponlo por encima de los deseos de los demás. No te dejes encarcelar, y siéntete libre de pensar y actuar. Pon tu mente clara, y no temas hablar.
Al final del día nos sentimos mal porque no elegimos nuestras acciones, sino que los demás toman nuestras decisiones. Pero, todo tiene remedio. Siempre se puede resistir a la presión grupal, y seguir siendo parte del grupo. Increíble pero cierto. Aquí, seis cosas para ponerle un alto a la presión:
1. Pregúntate. Analiza cómo es tu grupo, cómo eres tú independientemente y cómo te comportas cuando estás con ellos. ¿Te sientes cómodo/a? Ahora piensa en cómo te imaginas la amistad ideal y compárala con la real, puedes hacer quizás un listado de “vs” sobre tus fortalezas, qué le aportas al grupo (apoyo, atención, rechazo, cariño…) VS. lo que recibes del grupo (apoyo, reclamos, rechazo, burlas, cariño, atención etc.).
2. Respeta como quieres que te respeten. Si te burlas de ellos, los manipulas, hablas a sus espaldas o traicionas la confianza que han depositado en ti, es muy probable que ellos hagan lo mismo contigo.
3. Di no a lo que es no y sí a lo que es sí. Decir “no”, no será fácil al principio porque nos asusta como el otro puede reaccionar. Al principio te reclamarán pero luego se acostumbrarán y te respetarán.
4. Flexibiliza tu mente. ¿Qué significa? Que debemos tener empatía con los demás, cada quien tiene su realidad, su visión y mentalidad, y no siempre coincidirán con los tuyos. Un grupo donde todos piensen y actúen igual, no crece. La diversidad enriquece.
5. Detén los abusos y discriminaciones. Haz un ejercicio de integrar y aceptar a los que crees son diferentes. Foméntalo entre tus amigos y amigas porque lo que es diferente no necesariamente es malo.
6. Si no puedes con la presión, dilo. ¿Sientes que la presión te intimida, confunde o te abruma? Pide ayuda, habla con un adulto en quien confíes para que te apoye.
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