La Organización Mundial de Salud asegura que las frutas son esenciales para una dieta saludable.
Según los especialistas en nutrición, lo ideal es combinar el consumo de frutas con vegetales para lograr una dieta equilibrada. Conoce sus propiedades, aporte calórico y su frecuencia de consumo recomendable.
La toronja está constituida en un 90% por agua y es una excelente fuente de fibra, vitamina C y vitamina A. Un estudio realizado en la Universidad de Ontario, Canadá, demostró que esta fruta contiene un flavonoide quemador de grasa al ser un tipo de antioxidante. El jugo de una toronja contiene apenas 96 calorías.
La manzana es rica en pectina, un componente ideal para desintoxicar el organismo y bajar el colesterol LDL o “malo”. El ácido ursólico, presente en su cáscara, ayuda a evitar el aumento de peso, según un estudio de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos. Tiene, en promedio, 81 calorías.
El jugo y las semillas de la granadilla son excelentes herramientas para perder peso. Un estudio de la Universidad de Queen Margaret, Edimburgo, halló que comer dos unidades diarias por 30 días es suficiente para disminuir las células de grasa del estómago. Su alto nivel de polifeno ayuda a acelerar el metabolismo.
El 90% de la composición de la papaya es agua y entre sus propiedades la eliminación de toxinas. Según un estudio publicado por la revista European Healt Journal, contiene enzimas que ayudan a mejorar el metabolismo y favorece la combustión de las grasas. Se recomienda consumirla en trozos y rodajas, entre tres y cuatro veces a la semana.
Las fresas son las aliadas perfectas en el control de nuestro peso. Están llenas de vitaminas y minerales, y su aporte calórico es muy bajo. Además, estas frutas tienen un alto poder diurético, que actúa como depurativo del organismo para eliminar toxinas y evitar la acumulación de líquidos. Una porción diaria de 200 gramos resulta ideal.
La piña es una fruta diurética y depurativa, contribuye a eliminar toxinas y a prevenir el estreñimiento, debido a la gran cantidad de fibra que aporta. Además, tiene la propiedad de generar un efecto de saciedad. Incluir dos rodajas en el desayuno resulta ideal para evitar la retención de líquidos y perder peso, entre dos y tres veces por semana.
La sandía es rica en licopeno, un poderoso antioxidante con propiedades depurativas, que favorecen la eliminación de toxinas. Según la Universidad de Kentucky, esta fruta tiene baja densidad energética y una gran cantidad de agua, que permite comer grandes porciones sin obtener una gran cantidad de calorías.
La sustancia más beneficiosa de la pera es la pectina, un componente ideal para desintoxicar el organismo. Tiene un bajo índice de calorías (54 por cada 100 gramos) y es rica en agua, por lo que su consumo permite hidratar el cuerpo, controlar el colesterol e incluso disminuir la hipertensión.
Según un estudio publicado por el Journal of the American College of Nutrition, el kiwi es una de las frutas más completas por su riqueza en vitaminas C y A, potasio, calcio, magnesio y fibra. Contiene, además, fibras solubles que ayudan a reducir el apetito. Dos unidades diarias pueden hacer una gran diferencia en nuestra dieta.
Los arándanos son reconocidos por su alto contenido de antioxidantes. Pero además de ello, un estudio publicado por el Canadian Cardiovascular Congress reveló que estos frutos contribuyen a la disminución de la masa corporal. Además, contienen antocianinas, sustancias que ayudan a quemar grasa naturalmente.
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